La provincia de Guadalajara alberga un sin fín de curiosidades que son desconocidas para la gran mayoría de los españoles. Con sus casi 262.000 habitantes en una enorme superficie, de los cuales el 33% vive en la capital, la hacen una de las provincias españolas menos pobladas de España. En sus rincones, que son muchos y muy variados, encontramos densas zonas boscosas, pues por ejemplo tenemos la sierra norte que alberga el hayedo más meridional de Europa, rodeado de sus pueblos negros, construidos en pizarra y que son un ejemplo de arquitectura de aprovechamiento del entorno. No hay que olvidar que al norte también se encuentran Atienza y Sigüenza, dos de los pueblos más bonitos de España, con sus imponentes castillos y su arquitectura medieval, y que, para el que no lo sepa, Sigüenza en la segunda población más visitada de Castilla la Mancha después del Toledo Imperial.
Si bajamos hacia Guadalajara tenemos la Campiña, con su río Sorbe y Henares, que su sinuosa forma labra un paisaje muy pintoresco. En Humanes por poner un ejemplo, podemos ver abandonada la fábrica de harinas "los dos amigos", que allí descansa en paz rodeada de pájaros y zarzas, y que ganó una medalla de oro en una de las exposiciones de París de la década de los años 20, la provincia está llena de estas singularidades. Hacia el este tenemos la Alcarria y el Alto Tajo. Qué decir del Alto Tajo, quizás de las zonas más salvajes de Europa, pura naturaleza en estado primitivo. La Alcarria en cambio, y es aquí donde quería llegar, no son sus pintorescos pueblos, entre los que destaca Brihuega, Pastrana o Tendilla, por poner unos ejemplos, lo que hacen esta zona especial o su increible devoción al toro, es que la Alcarria y sus pantanos, el mar de Castilla, atraen misteriosamente un valor que no se mide en monumentos ni en paisaje, sino en cultura, y es que, desde hace tiempo, ya sea por la magia del agua o por el paisaje al más puro estilo de la Toscana, la zona de la Alcarria alberga entre sus habitantes, casi de manera anónima y misteriosa, a un sin fín de escritores, poetas, toreros, pintores, marineros y artistas en general. Todos ellos con una marcada vida aventurera, que se mimetizan a la perfección entre sus vecinos, muchos de los cuales ignoran las cualidades de tan singulares habitantes foráneos. No voy a publicar nombres, pues en su anonimato reside su paz, pero creerme que son muchos.
Si amigos, la Alcarria tiene una magia especial, no sólo por su miel, famosa en todo el mundo o los variopintos castillos y pueblos bonitos que contiene, si no también por acoger entre sus rocas y tierras calizas a libres pensadores y artistas de todo tipo. Quizás haya muy pocas zonas del mundo que contengan esta riqueza oculta. Todo un misterio que sólo los pinos, encinas o los peces del pantano podrían revelar.
Sé que me dejo mucho en el tintero, hay mucho más de que hablar de tan singular provincia, como sus productos de primera división: cereal, miel, vino y espárragos trigueros, sin olvidar que Guadalajara tiene las setas silvestres más cotizadas, para quien lo desconozca, el Níscalo de la zona de Cogolludo-Tamajón es el más apreciado de Europa. No me extiendo más, ya hablaré en otra ocasión de sus habitantes, pues también son singulares. Si no conoces la provincia de Guadalajara te va a impresionar, dedícale más de una semana porque hay mucho que ver y ten en cuenta, que muchas mentes bien equipadas han escogido esta tierra para el descanso de sus almas.
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