La micología como afición

     Hace tiempo escribí sobre como ser un buen buscador de setas y estuvo muy gracioso. La verdad suele ser muy graciosa. Una vez que te ha picado el gusanillo de coger setas por los bosques no hay vuelta atrás, empiezas cogiendo setas muy comunes, tales como la seta de cardo o los famosos níscalos que salen por miles, para luego ir investigando y aprendiendo muchas otras especies. Recuerdo muy bien ir de pequeño con mi familia a coger setas de cardo, luego comer en algún restaurante de la zona, el típico domingo de otoño, y pasarlo muy bien, es una buena afición para pasear por el campo, respirar aire fresco y estar juntos en familia haciendo algo. Recuerdo también que, aún siendo cinco, y estando más de tres horas buscando, sólo encontrábamos una bolsita de la que luego salía una pequeña ración de setas que había que hacer en revuelto para engordar un poco el plato, ya que si no, no daba ni para un pequeño gancho. Los que buscamos setas estamos acostumbrados a pasar mañanas enteras para no coger nada o muy poco. 

    La afición a la micología puede llegar a ser muy desagradecida, no sólo para los que están aprendiendo, también para los que llevamos años dando vueltas por el campo, pues las setas son caprichosas y tienes que conocer muchas especies para que la visita al monte sea productiva, y aún así, hay días que te vas con las manos vacías, y lo que es peor, son muchos días. Éste es el principal problema de este hobby tan maravilloso, por lo general, la gente no tiene paciencia y pierde el entusiasmo muy rápido, con lo cual somos muy pocos los que de verdad le ponemos empeño en seguir con este hobby. La gente es muy impaciente, siempre quiere resultados rápidos y directos y no aceptan un día baldío. Muy parecido a la pesca en pantano. Realmente nunca hay día baldíos, por lo menos para mi, ya que los que amamos el bosque siempre estamos agradecidos de poder pasear por sus interminables y mágicos lugares. Para un buen buscador de setas, incluso de los días en que no se ve nada, aprendes e investigas el por qué, compruebas in situ la humedad y temperatura, buscas respuestas y pequeños indicios del comienzo o del fin de la temporada.

    A base de tener muchos días en vacío, te obliga a ir conociendo los distintos lugares que puede tener un bosque o monte, aprender a detectar las buenas zonas dependiendo del tiempo y las fechas es fundamental, hay que tener en cuenta que no es lo mismo un bosque de coníferas a 1000 metros que aquellos de alta montaña, o los prados llanos sin protección, o aquellos que están en la linde y al resguardo de un arroyo, o la ladera sur o norte de los bosques, que varían mucho entre ellas, por poner varios ejemplos. De todo ésto y mucho más, hay que aprender poco a poco, buscar setas no es conocer las distintas especies, conlleva todo un aprendizaje de clima, temperaturas y bosques variados. Si no estás dispuesto a aprender sobre estas cosas, tus visitas al monte por lo general serán infructuosas. De hecho es más importante detectar zonas seteras en ciertos momentos, que saber de especies, pues los años secos o fríos te obligan a ser un auténtico detective, una experiencia que se aprende con el tiempo. 

    No os exagero que puedo tener en la cabeza unos 100 o más sitios diferentes donde buscar setas, sólo en la provincia de Guadalajara, y lo que es más raro aún, dentro de estos sitios lugares en concreto, lo que se podrían llamar setales, pues a veces el bosque aún no ha fructificado pero en algún lugar en concreto dentro de él, seguramente si. Si te gusta esta afición no te va a quedar más remedio que ir aprendiendo poco a poco a conocer tus zonas, hazlas tuyas, investiga los años buenos y los malos, es la única manera de aprender. Una vez vas conociendo las zonas, viene el aprender de especies, que como siempre digo, apóyate de una buena guía de setas, y no te comas nada que no conozcas bien.

    Éste es otro tema que preocupa a la gente y con razón, la toxicidad de muchas especies, que ya hablaré sobre ello en otra entrada, pues tiene miga. Como consejo: no te desanimes por no coger nada en tu primer año setero, es normal, además nadie te va a decir dónde cogerlas, eso lo tienes que aprender tú, el día que, por ejemplo, sepas dónde coger unos fabulosos Boletus, te sentirás bien como Indiana Jones cuando descubre una reliquia del pasado. Es una afición desagradecida, pero muy recomendable, ayer mismo fui a buscar Marzuelos y volví con unos palos para hacer una paella, así son las cosas.



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