Boletus Pinícola

También llamado Boletus Pinophilus o calabaza, estamos frente al que, según mi criterio, es la mejor seta de primavera. Alguno dirá que son las setas de San Jorge, pero no, el Boletus Pinícola es un tesoro con todas las letras.
Cuando se dan una serie de circunstancias meteorológicas propicias, como lluvias intensas en el mes de abril, mayo, y luego aparece el Sol, calentando el terreno hasta casi los 20 grados, hacen florecer estos bellos carpóforos del pinar en gran número. El aspecto de esta seta es inconfundible, su color rojizo caoba en el sombrero, más rojizo en los bordes, y el tremendo tamaño que pueden alcanzar, así como el tronco ancho, a modo de enano barrigudo como muchos lo llaman, lo convierten en un regalo para la vista.
Así como en otoño podemos encontrar diferentes boletus, como el B.Edulis o el B.Aereus, entre otros, en primavera solo podemos encontrar éste, así que la confusión con otros boletus es imposible.
Sombrero grande de hasta 30cm y de aspecto muy globoso en su crecimiento, de color rojizo ocre caoba, a veces un poco amarillo, dependiendo de si está muy enterrado o está a la vista. Luego se aplana en la madurez. Esponja blanca en un principio, y muy compacta (en este estado es comestible), y que amarillea y verdea ya cuando es maduro (la cual deberemos quitar con la manos antes de consumir).
Pie color amarillo pardo, con un singular círculo de color rojizo en la parte superior, un poco rosado. Compacto y ancho, muy ancho, del tamaño del sombrero en muchas ocasiones o incluso un poco más, cuando es joven. El pie es especialmente bueno para consumir.
La piel es de tacto terso, llega a cuartearse si el tiempo es muy seco, resbaladizo cuando hay mucha humedad. Carne blanca que se tiñe de rojizo en los bordes, mantecosa cuando el ejemplar está muy maduro. 
Crece a finales de la primavera, en los albores del verano, ya cuando el sol aprieta, en corros muy generosos. Muy fácil de localizar, se pueden ver a 100 metros, no son setas a las que les guste esconderse. También hace su aparición a principios del otoño, pero en menor número.
Predilección por suelos arenosos en los pinares de alta montaña, no suelen encontrarse en zonas muy ricas de humus y húmedas, sino en zonas más bien secas y filtradas.
En cuanto a su comestibilidad es, para mi gusto, el mejor boletus de todos, supera al B.Edulis pues su carne es más firme, y de olor y sabor más agradables. Es como comer el bosque mismo.
A la plancha o crudos con un poco de sal y aceite de oliva son un bocado de lo más curioso.
La pega que tiene este precioso boletus es que, debido a que la época en la que nace ya hace calor, las moscas andan por doquier en los bosques y es muy típico que esté agusanado, para desgracia de todos. Antes de cogerlo toca el tambor con la mano y si está blando déjalo donde está. Coge sólo los ejemplares tersos y duros, y por favor a los pequeños dejarlos crecer.
Una seta espectacular, una de las mejores.

Boletus Pinicola



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