Pleurotus Eryngii o Seta de cardo

Si hay una seta famosa en la tierra de Castilla es la Seta de cardo, no podía faltar en mis humildes fichas micológicas. Esta seta es mítica en todos los campos españoles; y en concreto, en la zona de Castilla y Aragón es la más codiciada. Son muchos los paisanos que salen a hacer sus faenas en el campo y aprovechan para darse una vuelta por las lindes de los arados para buscar esta rica seta. Y es que la seta de cardo sale en todas aquellas parcelas de terreno que no están cultivadas y que los cardos han invadido. En específico hay un tipo de cardo en el que el micelio de esta seta se cría estupendamente, es el Cardo corredor (Eryngium campestre), un clásico de nuestros campos, y  que como podéis ver, la seta le debe el nombre a este ejemplar. Vive asociada a la raíz de este cardo, es por tanto una hongo sapófrito y se alimenta de esa raíz. Hasta tal punto que llega a destruir al cardo en sí mismo; al siguiente año el micelio se asociará a otro ejemplar que esté por la zona. 

Es una seta de color marrón grisáceo con forma de ostra, con una superficie aterciopelada que llega a medir hasta 10cm o incluso un poco más, (ese tipo de ejemplares con los que te haces la foto sonriendo). El tronco es firme, duro, de color blanco-crema, del que salen las láminas de color blanco crema también; láminas muy decurrentes que llegan hasta el borde del sombrero, borde envolvente. El tronco es corto, no suele pasar de los tres centímetros. Es más bien una seta achaparrada que asoma en solitario o en grupo como un ramo de flores en el mismo tronco del cardo. El olor es el típico olor a hongo, con un toque a cianuro, muy similar a la seta de ostra o a la senderuela. Carne firme y apretada, muy raramente se ve pasada o agusanada.

En ocasiones se la ve en solitario sin haber cardo ni nada en la zona, esto sucede porque el cardo se ha desprendido y ya no está pero la seta sigue alimentándose de la raíz.

Es una  seta muy abundante en otoño que también hace su presencia en primavera, la podemos ver desde los meses de septiembre a diciembre si el tiempo acompaña. No le gusta nada el frío, en el momento que empieza a helar desaparece. Lo mismo en primavera, si el tiempo acompaña la podemos ver desde marzo a mayo, en el momento que el calor supera los 25 grados, también desaparece.

Es de las pocas setas que debemos cortar con navaja, porque si quisiéramos arrancarla la podríamos romper de mala manera, está muy adherida al suelo y si a ésto le sumas que está el cardo ofreciendo sus pinchos, es mejor usar una navaja o un cuchillo largo para evitar contratiempos.

La seta de cardo llega a alcanzar precios muy altos en el mercado, es tremendamente codiciada, nunca nadie te dirá donde cogerlas, quien conoce un setal de esta especie se lo lleva a la tumba. Como recomendación para buscarlas sugiero buscar en zonas cercanas a los pueblos, aquellas zonas por donde pastan las ovejas son las mejores, por dos motivos, la mierda de las ovejas son un alimento perfecto para el cardo, y por ende para la seta, y porque el ganado limpia muy bien de hierbas altas alrededor de los cardos, con lo cual fructifican mejor. Eso si, que no te vean, el paisano de turno si te ve, te va a mirar muy mal y con razón, ya que le estás quitando su tesoro, así que cuidado, no llaméis mucho la atención.

Para cocinar la seta de cardo hay muchas maneras, pero simplemente salteadas con un poco de ajo en la sartén están de rechupete, hay quien le añade jamón ibérico, pues perfecto... En revuelto también están muy buenas.

En definitiva, la seta de cardo es la reina de setas, humilde en el origen pero sabrosa como ninguna.