Este verano, cenando con mi pareja unas buenas pitanzas en el Bar, estaban unos individuos de Madrid, con aspecto y formas de ser votantes de Podemos, discutiendo entre otras cosas de la Iglesia. La conversación, que oíamos perfectamente, porque no había casi nadie y hablaban con el tono muy alto, era como de parvulitos y de primero de EGB, recuerdo muy bien algunas frases: "siiii, tío, vamos a esa manifa....", "tenemos que ir todos a montarla al festival de .... estaría guaaayyyy" y lo que es peor, había entre ellos uno que se sentía filósofo profesional, y daba sus mitines infantiloides sin ponerse ni colorado, hablando de todo, con una verdad absoluta y una verborrea típica de la elocuencia que desprenden los canutos. Fué este individuo quien, ni pancho ni largo, comentó que la Iglesia debería ser quemada, con lo cual provocó las risas mofosas de sus amiguetes: "la puta iglesia debe ser quemada, arrasada", decía.
Entiendo que para la gente que vive en un barrio Madrileño o de otra gran ciudad, en donde no hay practicamente iglesias, y las que hay se disimulan con el entorno, no tenga sentido lo que significa una iglesia, ni siquiera se han parado a pensarlo. Para ellos la iglesia significa opresión, curas pedófilos y el brazo místico de la derecha, pero para los que vivimos en un pueblo la iglesia es otra cosa bien distinta.
Yo soy católico pero no soy practicante, lo he sido, sólo que ahora me cuesta mucho acudir por allí, pero mi respeto a la Iglesia es total. Y lo explicaré brevemente, por si algún pazguato se atreve a leerme y abre un poco los ojos. La iglesia en un pueblo es un símbolo que se cuida y venera, y esto es así por varios motivos, la visión de la vida cuando vives cerca de la naturaleza es muy distinta a cuando vives en una gran ciudad, con lo cual el sentir místico de la vida es mayor. El edificio en sí mismo, en muchísimos pueblos de España es lo único de lo que están orgullosos los vecinos, no hay otra cosa, con lo cual la cuidan y hacen todo lo posible por que esté bonita y con buena salud. Es donde se han casado sus familiares, donde se hacen las celebraciones populares, las cuales toman sentido porque es indiscutible que unas fiestas de pueblo si le quitas el santo o mártir pierden la gracia. Es así de simple. En la iglesia la gente se reune y habla, es un buen sitio donde hacer amigos y conocer a tus vecinos, no solo el bar tiene esa función.
La iglesia avisa de los incendios cercanos, cuando se queman los campos en verano, avisa de los peligros que acechan. Se discuten en ella muchos problemas que atañen a la gente, los ancianos buscan en ella algo de esperanza, los que han perdido a un ser querido también. Porque gracias a la iglesia, enterramos a nuestros familiares con dignidad y con algo de alivio. Y podría seguir y seguir, si le quitas a un pueblo la iglesia le estarás quitando su bien más preciado, incluso para aquellos que son rojos y no pisan por allí ni borrachos. La iglesia es esencial en un pueblo, así que para aquellos que se mueven entre cemento y vasos de plástico llenos de cerveza caliente, dejar en paz a la iglesia, no os ha hecho nada para que la odiéis, dejarla en paz, que los que vivimos en los pueblos, necesitamos de su presencia. Si queréis quemar algo, prenderos fuego a vosotros mismos a lo bonzo y librarnos de vuestra estupidez.
Buenísimo. Dios te bendiga
ResponderEliminarAmen compañero!
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