Hoy en día la feminidad está por los suelos, es un tema que se lleva pisoteando desde hace tiempo, años incluso, por un movimiento feminista de izquerdas que está haciendo mucho daño a las mujeres. Estos grupos de poder pretenden igualar a la mujer con el hombre por caminos estúpidos, que nos llevan irrevocablemente a convertirnos en los hombres-mujeres grises: todos somos iguales, todos somos idiotas y manipulables.
Los discursos comunistas y socialistas pretenden encajar a la mujer en una realidad ficticia, venden la moto sin pararse a pensar qué es una mujer, y se equivocan constantemente en poner etiquetas horribles a los hombres, y etiquetas sutiles y tristes a las mujeres, enfrentando una y otra vez a los dos géneros. A la izquierda no le interesa la feminidad, no le interesa la naturaleza de la mujer, sólo quiere su voto.
La mujer es ante todo madre, aún sin haber tenido hijos, no hace falta. La mujer es delicada y amorosa, a la mujer le gusta verse bien en el espejo y le gusta que la miren, la mujer es bella, todas ellas, la mujer es un ser especial y como tal ha de tratarse, hay que cuidarla, darla mimos y caprichos, porque sino se marchita y se pone triste.
La feminidad es la mejor herramienta de la mujer, saca de sus entrañas toda su belleza. Una mujer bien arreglada es la alegría del mundo, pensar en el típico matrimonio ya de cierta edad en la que la mujer se arregla para salir a tomar el aperitivo, esa mujer que con sus 65 años aún sigue radiando belleza, con un simple toque de pintalabios rojo, y ese hombre que agarra del brazo a su mujer con una sonrisa de felicidad en la cara. Eso está bien.
La feminidad no sólo es belleza visual, también es delicadeza y amor por sus seres queridos. Una mujer que no sabe amar con delicadeza, no es una mujer, es un monstruo. Ya está bien de mujeres marimacho, de mujeres que no "tienen pelos en la lengua", ¿que tipo de ser extraño eres? una mujer no dice tacos, ni pega puñetazos y coces como un borrico. La mujer en su naturaleza también es firme, inteligente y tiene muy buenas aptitudes de mando, es sin duda la jefa de la tribu, la madre que manda y dirige, la abuela sabia que sabe más que los zorros coloraos...Esta fuerza y firmeza no es conflicto de la feminidad, van de la mano.
Abogo por un mundo donde las mujeres se sientan libres de ser guapas, libres de ser femeninas, libres de complejos y tonterías, no penséis que los hombres os menospreciamos, al revés, nos volvemos locos con vosotras porque sois lo mejor que ha creado Dios. Hacer buen uso de vuestras armas y ser felices, una mujer feliz es una casa feliz.
La sonrisa de una mujer es como la fresca brisa del mar, no hay nada comparable.
Por favor hacer lo posible por no perder vuestra feminidad, vuestros hijos, padres, maridos-novios y amigas, os lo van a agradecer. No necesitáis nuestra aprobación, hacéis lo que queréis, sois, gracias a esta dulce democracia, libres, aunque la izquierda se empeñe en deciros lo contrario.
La izquierda se puede meter a su mujer gris por donde le quepa, una panda de miserables es lo que son.
Los discursos comunistas y socialistas pretenden encajar a la mujer en una realidad ficticia, venden la moto sin pararse a pensar qué es una mujer, y se equivocan constantemente en poner etiquetas horribles a los hombres, y etiquetas sutiles y tristes a las mujeres, enfrentando una y otra vez a los dos géneros. A la izquierda no le interesa la feminidad, no le interesa la naturaleza de la mujer, sólo quiere su voto.
La mujer es ante todo madre, aún sin haber tenido hijos, no hace falta. La mujer es delicada y amorosa, a la mujer le gusta verse bien en el espejo y le gusta que la miren, la mujer es bella, todas ellas, la mujer es un ser especial y como tal ha de tratarse, hay que cuidarla, darla mimos y caprichos, porque sino se marchita y se pone triste.
La feminidad es la mejor herramienta de la mujer, saca de sus entrañas toda su belleza. Una mujer bien arreglada es la alegría del mundo, pensar en el típico matrimonio ya de cierta edad en la que la mujer se arregla para salir a tomar el aperitivo, esa mujer que con sus 65 años aún sigue radiando belleza, con un simple toque de pintalabios rojo, y ese hombre que agarra del brazo a su mujer con una sonrisa de felicidad en la cara. Eso está bien.
La feminidad no sólo es belleza visual, también es delicadeza y amor por sus seres queridos. Una mujer que no sabe amar con delicadeza, no es una mujer, es un monstruo. Ya está bien de mujeres marimacho, de mujeres que no "tienen pelos en la lengua", ¿que tipo de ser extraño eres? una mujer no dice tacos, ni pega puñetazos y coces como un borrico. La mujer en su naturaleza también es firme, inteligente y tiene muy buenas aptitudes de mando, es sin duda la jefa de la tribu, la madre que manda y dirige, la abuela sabia que sabe más que los zorros coloraos...Esta fuerza y firmeza no es conflicto de la feminidad, van de la mano.
Abogo por un mundo donde las mujeres se sientan libres de ser guapas, libres de ser femeninas, libres de complejos y tonterías, no penséis que los hombres os menospreciamos, al revés, nos volvemos locos con vosotras porque sois lo mejor que ha creado Dios. Hacer buen uso de vuestras armas y ser felices, una mujer feliz es una casa feliz.
La sonrisa de una mujer es como la fresca brisa del mar, no hay nada comparable.
Por favor hacer lo posible por no perder vuestra feminidad, vuestros hijos, padres, maridos-novios y amigas, os lo van a agradecer. No necesitáis nuestra aprobación, hacéis lo que queréis, sois, gracias a esta dulce democracia, libres, aunque la izquierda se empeñe en deciros lo contrario.
La izquierda se puede meter a su mujer gris por donde le quepa, una panda de miserables es lo que son.
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